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martes, 1 de septiembre de 2015

Teoría de los Grupos


  • Teoría de los grupos
  • El ECRO de E. Pichon Rivière
  • Cómo se forma un grupo
  • Clase sobre Grupo operativo - Parte 1.
  • Clase sobre Grupo operativo - Parte 2.
  • Clase sobre Grupo operativo - Parte 3.
  • Teoría de los grupos - Materiales 



Teoría de los grupos

Fuente: youtube.com

Clase por la Prof. Miriam Rellán
Tema: Teoria de los grupos
Escuela de Psicología Social del Sur
Rectora Dra. Gladys Adamson


Prof. Miriam Rellán - Publicado el 03/09/2013 - Escuela de Psicología Social del Sur  -  Delsurpsicosocial



El ECRO de E. Pichon Rivière

Fuente: youtube.com

Clase por la Dra. Gladys Adamson
Tema: El ECRO de E. Pichon Rivière
Escuela de Psicología Social del Sur


Dra. Gladys Adamson - Publicado el 08/10/2013 - Escuela de Psicología Social del Sur - Delsurpsicosocial


Cómo se forma un grupo

Fuente: youtube.com

Clase por la Dra. Gladys Adamson
Tema: Cómo se forma un grupo


Dra. Gladys Adamson - Publicado el 01/06/2015 - Delsurpsicosocial



Clase sobre Grupo operativo - Parte 1.

Fuente: youtube.com


- Dra.Gladys Adamson -  Publicado el 24/08/2015 - Delsurpsicosocial


Clase sobre Grupo operativo - Parte 2.

Fuente: youtube.com


Gladys Adamson - Publicado el 24/08/2015 - Delsurpsicosocial


Clase sobre Grupo operativo - Parte 3.

Fuente:  youtube.com


Gladys Adamson - Publicado el 24/08/2015 - Delsurpsicosocial



Teoría de los grupos - Materiales

Fuente:  bibliopsicosocial.blogspot.com.ar 

  • EL PROCESO GRUPAL
  • EL CAMPO GRUPAL
  • LA DINÁMICA DE LOS GRUPOS DE APRENDIZAJE DESDE UN ENFOQUE OPERATIVO
  • DICCIONARIO DE PSICOLOGÍA SOCIAL

EL PROCESO GRUPAL
Fuente: bibliopsicosocial.blogspot.com.ar 

Pichon Rivière, Enrique - El Proceso Grupal / Enrique Pichon Rivière. -- Extraido - de www.elortiba.org -172 páginas ; Tamaño 974 KB ; Formato PDF
Notas: Libro Completo, Tarda en bajar.
Para descargar el libro Click  Aqui >>



EL CAMPO GRUPAL

Fuente:  bibliopsicosocial.blogspot.com.ar 

Ana Maria Fernandez


El Campo Grupal ; Libro Completo - 132 Pág : Tamaño 486 KB : Formato WORD

Para ver el libro dale click Aquí >>

Para descargar el libro dale Click Aquí >>



“LA DINÁMICA DE LOS GRUPOS DE APRENDIZAJE DESDE UN ENFOQUE OPERATIVO”

Zarzar Charur, Carlos (1980)
en Perfiles Educativos, No. 9 pp. 14-36.

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DICCIONARIO DE PSICOLOGÍA SOCIAL

Fuente:  bibliopsicosocial.blogspot.com.ar 



Cazau, Pablo,  Diccionario de Psicología Social / Pablo Cazau. -- Extraido de esnips.com. - 65 páginas ; 515 KB ;Formato Word
NOTAS: Contiene vocabulario en gral. de Ps Social.

Para descargar el libro Click Aquí >>





jueves, 28 de julio de 2011

El descubrimiento del cerebro (entrevista a Julio González)

Nuestro planeta ha generado unos seres curiosísimos, inéditos en cualquier otra parte conocida. Esos organismos extravagantes que se mueven por sí solos, duplican e intercambian sustancias con el medio, están dotados de una propiedad especial que llamamos comportamiento que emana de un sistema nervioso pilotado por un cerebro.
Julio González Álvarez. Breve Historia del Cerebro. Editorial Crítica.

La primera corazonada generalmente admitida fue la de Aristóteles, que apuntaba al corazón como sede de las pasiones y los pensamientos. Ese órgano latente, que distribuye por el cuerpo la savia de la vida, parecía un buen candidato para hacerse con las funciones superiores de director de la orquesta de un organismo extremadamente complejo y milagrosamente articulado y coordinado entre sus distintas partes, para hacerse cargo de la acción diaria de sobrevivir. A Aristóteles le precedió en el tiempo y en la valoración de ubicación de la sede de aquello que por entonces se llamaba, a falta de otra denominación más precisa, alma, el médico primero reconocido en su profesión: Hipócrates. Este tenía bien claro que esos efluvios inmateriales que ahora llamaríamos consciencia, mente o qualia, según el nivel de análisis, provenían en su totalidad de una sustancia grasosa, pulposa y grisaceorosácea escondida en la cavidad craneana, en lo alto –y como sabemos ahora por los conocimientos de evolución, frontal-del cuerpo. Pero sus escritos, probablemente retocados y parcialmente pertenecientes a múltiples “negros” de su escuela, no trascendieron más allá de las cuatro sustancias corporales según las cuales se entendía entonces que se equilibraban el cuerpo y su salud: bilis, bilis negra, flema y sangre. Parece que la flema se acumulaba en el cerebro.

Galeno, médico romano de origen griego que ejerció la medicina durante la época de esplendor del Imperio, atendiendo de paso a los Emperadores, hizo algunas vivisecciones con animales, si bien el sagrado cuerpo humano, aún estando fallecido, no fue tocado, que se sepa, por sus manos. Una larga Edad Oscura sucedió a este médico, el Medioevo, en la que no hubo avances reseñables en el conocimiento de la anatomía , habiendo el cuerpo humano adquirido un carácter sagrado todavía más pronunciado, por la cristiandad, que entre los profanos romanos. Lo que imperó en las Escuelas médicas, y de cualquier otro área, fue la veneración a la figura de Aristóteles, y también la de su maestro Platón, considerados la fuente de toda la sabiduría existente y alcanzable.

La Alta Edad Media dio paso a la Baja Edad Media y esta al Renacimiento. Tímidamente se ponían en cuestión desde diversos ámbitos los conocimientos adquiridos a través de la lectura de los clásicos y se comenzaba a investigar directamente a la naturaleza, de forma experimental. Para sorpresa de estos primeros científicos experimentales, que no charlatanes repetidores cual loros de los textos sagrados (eclesiásticos o científicos) resultaba que las leyes que regían la naturaleza no siempre coincidían con las expuestas en los manoseados libros de los lejanos y mitificados sabios.


A partir de entonces se empezó a perder el respeto a lo más sagrado, y personajes como Vesalio metieron sus manos en los cuerpos de humanos fatalmente fallecidos, para extraer de ellos el oro del conocimiento anatómico. Comenzaba entonces la anatomía científica.

Después de esta brevísima y naturalmente incompleta introducción no querría extenderme más de lo necesario. La historia de la neurociencia, es decir, la historia de cómo el ser humano ha ido descubriendo el cerebro, primero como centro del sistema nervioso, luego en sus distintas localizaciones funcionales y enfermedades, y finalmente en su evolución, está muy clara y amenamente expuesta en el libro del autor que hoy ha tenido la amabilidad de concedernos una entrevista: Julio González, Profesor de Psicología del Lenguaje, en la Universidad Jaume I de Castellón. En “Breve Historia del Cerebro” nos traza un mapa funcional de nuestro órgano más importante, así como un mapa de la historia de cómo hemos ido descubriéndolo y comprendiéndolo, señalando en cada punto del camino o bifurcación importante los hitos principales que han permitido avanzar hasta nuestro actual (aunque aún incompleto) conocimiento del cerebro. Personajes como los arriba señalados o Willis, Gall, Flouriens, Broca, Hughlins Jackson, Ferrier, Wernicke, Golgi, Cajal, Sherrintong, Adrian,Hodking, Huxley, Dale, Loewi, Kandel, Damasio y un largo etcétera desfilan por sus páginas para ilustrar cómo sus vidas (casi plenamente) dedicadas a la investigación han dado, y siguen dando, frutos en el conocimiento del cerebro.

Les dejo con Julio, cuyas respuestas tengo la certeza de que les harán aprender y pensar.

1.-Su libro Breve Historia del Cerebro es un apasionante relato de la historia de la ciencia del cerebro, no una del cerebro propiamente dicho, la cual debiera ser mirada, por tomar la expresión de Dobzhansky, a la luz de la evolución. De la Historia de la Neurociencia es esta-si no nos equivocamos- la primera publicación en castellano, ¿Le atraería la perspectiva de hacer lo propio con la historia del cerebro? Por otro lado, ¿Podría señalarnos –por supuesto muy brevemente, dado lo diabólico del detalle- los grandes hitos de la historia natural de ese nuestro órgano generador de conductas adaptativas?

Básicamente estoy de acuerdo con Dobzhansky al entender que las cosas en Biología solo cobran su verdadero sentido a la luz de la evolución. El cerebro es un órgano biológico de una complejidad extraordinaria; solo lo comprenderemos realmente –si eso ocurre alguna vez– considerándolo desde una perspectiva evolutiva.

Tiene razón al precisar que mi libro es en realidad una historia sobre la ciencia del cerebro –de hecho, ese fue un título que consideré inicialmente. Mi formación de base es la de psicólogo cognitivo, pero confieso que alguna vez he acariciado la idea de ofrecer una visión integradora del cerebro en su historia evolutiva, intentando mostrar las ventajas adaptativas que han ido ofreciendo las distintas transformaciones, y sin perjuicio de magníficos libros ya publicados como la traducción del de Morgan Allman (El cerebro en evolución, Ariel).

Entender el cerebro es tanto como entender la vida. ¿Es esta un experimento singular –monstruoso, diría Paul Davies– de la naturaleza en esta esquina de la Vía Láctea? ¿Es, al contrario, un imperativo cósmico que florece allí donde se dan ciertas condiciones? Y si es así, ¿cuantas formas podría adoptar, teniendo en cuenta que criaturas tan distintas como una medusa o un humano tuvieron un origen común y comparten los mismos materiales básicos? No sabemos si conceptos como animal o vegetal, sexo, ojos, cerebro, o incluso un ADN replicante, son principios de cierta universalidad o hechos provincianos y fortuitos de este ensayo particular y quizá irrepetibles.

Tal como sucedieron las cosas en este planeta, los cerebros surgen porque los recursos tienen una distribución irregular. De hecho, hay algún animal que al pasar a una etapa sésil de su vida, literalmente autodigiere su propio cerebro porque ya no lo necesita. Los cerebros crean algún tipo de representación del entorno que permite al organismo navegar en él y establecer predicciones, lo cual es una buena noticia para su supervivencia. En muchas especies, la presión evolutiva ha favorecido la complejidad para ensanchar estas predicciones en el tiempo y en el espacio, confiriendo ventaja sobre otros. Si hubiera que señalar dos grandes hitos evolutivos, uno sería el paso de un sistema nervioso reticular y difuso como el de los celentéreos, a un sistema centralizado y cefalizado con los gusanos; el otro sería la excrecencia de un neocórtex cada vez más abundante y complejo en ciertos mamíferos, entre ellos los humanos.

2.-La historia de la neurociencia (y de la psicología) está plagada de corrientes pseudocientíficas enormemente perniciosas. La más famosa quizás sea la frenología, en la que se realizaba una extracción de conclusiones categóricas y concluyentes sobre las personas y sus personalidades a partir de datos y evidencias claramente insuficientes. Dado que las actuales técnicas –por ejemplo las de neuroimagen- son mucho mejores que aquellas de las que se disponía en la época de auge de la frenología, cabría esperar que no se repitiesen errores tan graves. Sin embargo la resolución de estas técnicas sigue siendo claramente muy pobre, como admite por ejemplo el Profesor Frith. ¿No existirá el riesgo de que repitamos la historia (en este caso de la neurociencia) a la hora de extraer conclusiones demasiado rápidas y fáciles a partir de estudios basados en estas nuevas técnicas? ¿Qué opina, por ejemplo, de los estudios de neuroimagen en los que se evalúan las capacidades de toma de decisiones según el perfil político de los probandos?

Creo que son cosas distintas. La historia de la ciencia está plagada de ideas que resultaron falsas o insuficientes; muchas de las actuales se cuestionarán en el futuro y eso forma parte del devenir científico. Lo que realmente separa a la ciencia de la pseudociencia no es la sofisticación de los instrumentos, sino el método, la actitud básica de honestidad intelectual; la diferencia entre observar los hechos, aunque sea con medios rudimentarios, o retorcerlos e ignorarlos para que prevalezcan tus ideas preconcebidas. El problema de la frenología –y por eso se la califica de pseudociencia- no fue tanto creer que la forma y los bultos del cráneo reflejaran los rasgos psicológicos del individuo –podría ser una pregunta legítima en el siglo XIX–, sino el hecho de no contrastar esta hipótesis con un método mínimamente riguroso y objetivo, manipulando las observaciones para que encajaran en esa creencia, seleccionando unas y omitiendo otras de modo interesado.

Las técnicas actuales de neuroimagen y electrofisiológicas suponen una nueva ventana de observación, aunque en algunos aspectos sean técnicas de trazo grueso. Las imágenes por resonancia magnética funcional (IRMF) tienen una excelente resolución espacial pero muy pobre resolución temporal porque dependen de una respuesta hemodinámica; las técnicas de potenciales evocados y lamagnetoencefalografía tienen una buena resolución temporal e intentan combinarse con las anteriores. Al mismo tiempo, están surgiendo nuevas técnicas que permiten estudiar los tractos de fibras de la materia blanca y su conexión funcional; es decir, desde el punto de vista instrumental, hay un progreso imparable, otra cosa es si nuestra comprensión del cerebro avanzará al mismo ritmo. Y esto conecta con la última cuestión. Hay cada vez más estudios que hallan diferencias funcionales en variables independientes de muy alto nivel de abstracción, como incluso la orientación política. Estos hallazgos, si son metodológicamente rigurosos –es decir, que las muestras poblacionales difieran solo en la variable pretendidamente estudiada– son valiosos desde una perspectiva de ciencia básica y abren nuevos caminos para explorar. Otra cosa son las extrapolaciones “salvajes” que, a partir de un pequeño fragmento de ciencia, se realizan al presentar generalizaciones mucho más globales que no se infieren necesariamente del estudio original, pero se amparan en él para darle seriedad científica. Esto lo hemos visto muchas veces, y a ello se añade la exageración, la torpe simplificación o el efecto amplificador que aportan algunos ámbitos extracientíficos, muchas veces con fines interesados (a continuación viene el curso o el programa de entrenamiento, etc.); esto, desde luego, roza claramente la pseudociencia. Hoy se le pone el prefijo “neuro” a cualquier cosa y ya gana “caché” científico.

3.-El cerebro ha resultado ser un microcosmos poblado con miríadas de distintos neurotransmisores. ¿Cuántos se conocen a día de hoy? ¿En qué se diferencian unos de otros? ¿Cuáles son los más importantes?

Bueno, esa pregunta debería responderla un especialista en ese campo, al menos en el detalle. Lo cierto es que la lista de neurotransmisores no cesa de crecer y los mecanismos de su acción se conocen mejor en unos que en otros. Esto es una buena noticia por sus derivaciones aplicadas en la psicofarmacología. No obstante, lo verdaderamente interesante será desvelar las funciones y las complejas interacciones que entablan los circuitos neuronales asociados a un determinado neurotransmisor (subsistemas dopaminérgicos, serotoninérgicos, etcétera)

4.-Aparte de los estudios estadísticos sobre cambios en la conducta y en la salud, ¿qué se sabe realmente de los efectos que tienen en el cerebro los nuevos psicofármacos? ¿Podría estar incurriéndose con alguno de ellos en un riesgo desconocido a largo plazo? Pese a su mayor precisión a la hora de dar en las dianas neuronales, ¿Son balas mágicas de Ehrlich o más bien un fuego a discreción que, milagrosamente, da en ocasiones en el blanco?

En los años cincuenta se descubrió el primer psicofármaco con efectos genuinamente antipsicóticos –la clorpromazina– y supuso una revolución en la neuropsiquiatría. Una serendipia inesperada que surgió probando nuevos tratamientos para la malaria con sustancias colorantes, porque el ejército japonés había cerrado el acceso a las zonas de quinina, en la Segunda Guerra Mundial. El mecanismo de su acción no podía explicarse en detalle, pero sus sorprendentes efectos estaban ahí y permitió mandar a casa a miles de enfermos mentales –no curados, pero sí aliviados. Luego vendrían nuevas generaciones de neurolépticos más específicos y con menos efectos secundarios. Hoy se conocen en detalle la acción de algunos psicofármacos al nivel celular y sináptico, en términos de receptores y recaptadores neuroquímicos, etc. pero muy poco a un nivel de descripción superior, en el plano de las redes neuronales. Entre otras razones, porque tampoco se conocen los mecanismos íntimos de muchas de las enfermedades o cuadros tratados. En cuanto a los riesgos, nada hace pensar en un riesgo especial más allá del que podría entrañar todo nuevo tratamiento. Lo importante es que se cumpla la legislación y todos los protocolos que esta establece.

5.-Perdóneme esta declaración arrebatada: debo reconocerme cajaliano empedernido. Para usted, que en su libro señala la importancia dada a Cajal por otros autores, ¿Qué representa Cajal en la ciencia española, en la neurociencia y en la ciencia mundial?

Basta con hojear cualquier manual internacional. Muchas veces se ha dicho, con razón, que Cajal ocupa el Olimpo de los grandes de la Ciencia, más allá del terreno de la neurobiología. Su contribución, además del valor de sus propias observaciones, sentó las bases de la neurociencia moderna. El sistema nervioso pasó de ser una maraña incomprensible de filamentos –procesos, se les decía– a un conjunto relativamente ordenado de neuronas individuales conectadas de determinados modos y en el que, gracias a su principio de polarización dinámica, se pudo empezar a establecer circuitos identificando el sentido y el camino del flujo nervioso. Es de esas aportaciones que tienen efectos multiplicativos en el futuro y suponen un salto cualitativo en la ciencia.

6.-En su libro mira a los hechos del pasado de la neurociencia. Permítase una pequeña especulación sobre el futuro: ¿Cree que se avecina algún grandioso descubrimiento o incluso un cambio de paradigma en las ciencias del cerebro?

El estudio del cerebro, o más exactamente el de su relación con la mente y la conducta, lleva un serio retraso respecto a la biología y otras disciplinas afines. Aunque son muchos los avances, no ha habido aún un descubrimiento grandioso que suponga todo un punto de inflexión en la comprensión global del problema mente-cerebro. Dale Purves lo reconoce así en un libro muy reciente (Brains. How they seem to work, Pearson, 2010): no tenemos en nuestro terreno algo equivalente a la evolución o al genoma que tiene la Biología; un gran principio que nos sirva de guía.

Así que está por llegar un gran hallazgo en esa dirección; ¿cuando?, ¿cuál?

El hecho de que unos circuitos eléctricos, que en última instancia son intercambios de iones a través de una membrana, dé lugar a una sensación (y no digamos ya a una consciencia) no casa con ningún principio físico conocido. A veces comparo nuestra situación actual, y sé que algunos quizá lo consideren exagerado, al de Isaac Newton si tuviera en sus manos un aparato de TV en marcha. El pobre, pese a su talento, se vería desarmado con el paradigma mecánico de su época: habría de esperar a un nuevo paradigma, el electrónico, para entender su funcionamiento. Quizá nos pase algo parecido y tengamos que esperar a otro paradigma (¿cuántico quizá?, quién sabe). A un nivel más modesto desde el punto de vista epistemológico, seguro que los avances van a ser muchos en el corto y medio plazo y habrá una profundización importante en nuestro conocimiento de cómo funcionan determinados circuitos y subsistemas más accesibles. También son seguros avances muy valiosos en el campo aplicado, como la sofisticación y desarrollo de nuevas técnicas de exploración, la regeneración de algunas lesiones; el control cerebral de dispositivos mecánicos, nuevos implantes sensoriales, y un largo etcétera.

7.-¿Qué grandes avances se están produciendo en el estudio de la psicología y neurociencia del lenguaje, en el que está usted plenamente inmerso? ¿Qué hay, neurológicamente más allá de las áreas de Broca, Wernicke y el fascículo arqueado que las conecta?
Estamos empezando a comprender que, incluso, en la simple lectura de una palabra, además de las áreas clásicas del lenguaje, se implica el cerebro en su totalidad con la participación orquestada de muchas otras zonas lejanas. Compartimos la teoría de Friedemann Pulvermüller del MRC de Cambridge –por otra parte, colaborador en un par de trabajos conjuntos– de que las palabras corresponden a la activación de webs neuronales formadas por millones de neuronas fuertemente interconectadas entre sí y que entrarían: 1) en un proceso rápido de “ignición”, en torno a una ventana de tiempo de 200 milisegundos, y 2) se mantendrían activas merced a circuitos reverberantes en su interior. Además, y esto es importante, esta red incorporaría información sensorial y motora como parte del significado de la palabra.

Esto no son meras elucubraciones de despacho, sino hipótesis surgidas de los datos, la mayoría obtenidos con las técnicas referidas. Por ejemplo, Pulvemüller observa que cuando alguien lee el verbo “to kick” (chutar) se le activan las partes del cerebro que mueven y sienten a las piernas, además de las lingüísticas; al leer “to kiss” (besar) se activan las zonas los labios y la cara; “to pick” (coger) activa las de las manos. Y no por simple imaginación posterior, sino de forma automática, rápida e inevitable; es decir, esta información corporal formaría parte del significado de esos verbos de acción. Nosotros, en la Universitat Jaume I de Castellón, con el equipo de César Ávila especialista en resonancia magnética funcional, y en colaboración con Pulvermüller desde Cambridge, hemos descubierto que al leer palabras como “canela”, “ajo”, o “jazmín” se activan parte de las estructuras cerebrales que procesan los olores reales, como el córtex piriforme y otras. Y al leer “sal” o “paella”, intervienen algunas estructuras del gusto, como la ínsula y zonas operculares. Parece que esta información de bajo nivel (sensorial) se incorpora y forma parte de la representación neural de las palabras y sus significados. Imagine que la primera vez que escuchó y aprendió la palabra “taza”, tal vez de su madre, se quemó con el chocolate caliente. Probablemente para usted, y esto es especulativo, el significado de “taza” incorpora zonas cerebrales que procesan la sensación de calor. Esto también es congruente con las Zonas de Convergencia y Divergencia de Antonio Damasio, o el llamado enfoque del Embodiment cognitivo, que está cobrando fuerza en los últimos años.

8.-¿Tiene alguna hipótesis sobre el origen y evolución del lenguaje? ¿Qué relación tiene, a su parecer, con la autoconsciencia y el yo?

El lenguaje humano es una extraña singularidad que no ocurre en ninguna otra función superior. Si existiera cierta continuidad como observamos en la inteligencia, la memoria, la capacidad de resolver problemas, la interacción social, etc., nuestros primos más cercanos, los chimpancés, usarían gramáticas rudimentarias con cientos de palabras o elementos léxicos equivalentes. Pero en todo el reino animal no hay nada que se le parezca ni remotamente, lo cual complica la vida a los psicolingüistas porque nos priva de otras referencias comparables y la posibilidad de experimentar con animales. Sobre su origen hay múltiples hipótesis y de cuando en cuando surge algún hallazgo que sugiere un origen más reciente del pensado, pero a día de hoy no hay nada concluyente al 100%. Desgraciadamente, nuestros antepasados no nos dejaron cintas de casette grabadas. En líneas generales, las hipótesis se alinean en torno a dos polos: las que hablan de un origen gradual y antiguo, del orden de varios millones de años, y las que defienden un origen mucho más reciente y relativamente abrupto, incluso por causa de una mutación como sugieren algunos. Personalmente me inclino por la primera, pero es una cestión abierta.

El homo sapiens tiene una extraordinaria facilidad para algo que, en general, no está al alcance de la mayoría de los animales: forjar una Teoría de la mente acerca del otro. Y, al mismo tiempo, construir representaciones mentales sobre situaciones no directamente visibles e incluso bastante lejanas en el tiempo o el espacio. Esto da ventajas evolutivas: puedes “ponerte en el lugar de” y predecir mejor la conducta del otro, lo cual es una mala noticia para él si se trata de una presa. Y puedes anticipar el futuro y actuar en este presente guiado por aquellas representaciones; harías cosas que ahora no tienen ningún sentido, pero sí dentro de unos días; es decir, planificar acciones que te harán la vida más fácil luego. Si ese futuro se pone feo tienes la partida ganada. Salvo ciertas especializaciones, los animales están anclados en el “aquí y ahora” y no prevén el futuro de modo flexible más allá de unos pocos minutos. Los chimpancés usan herramientas, como los palitos para las termitas; pero nunca les vemos preparar varios palitos para su uso futuro (hay alguna nueva observación en este sentido).

En todo este trasiego de representaciones mentales, seguramente el lenguaje supuso un poderoso instrumento que potenció esta capacidad de hacer presente lo ausente en el aquí-ahora, ofreciendo un segundo sistema de señales más abstracto y manejable. Asignar una etiqueta verbal a cosas y eventos, multiplica las posibilidades de hacerlos presentes mediante la manipulación de sus etiquetas, y abre el camino a la abstracción de las ideas y al concepto de sí mismo como mente en un cuerpo.

9.-¿En qué trabaja ahora? ¿Cuál es su mayor reto científico? ¿Cuál el misterio de los misterios que desearía fervientemente desvelar?

Bueno, junto a las cuestiones señaladas, estamos ahora en un Proyecto de Investigación I+D+i sobre Bilingüismo aplicando las técnicas de neuroimagen por resonancia magnética funcional. Concretamente, el análisis de cómo conviven dos vocabularios en un mismo cerebro sin apenas problemas e interferencias en su uso; de qué modo ambos códigos se mantienen separados funcionalmente en la corteza cerebral, dependiendo del grado de competencia en la segunda lengua y la edad de su adquisición. En cuanto al misterio al que alude, estaría muy bien que la comunidad científica desvelara al fin y con pruebas incontestables, cómo y cuándo apareció el lenguaje humano. Cuando esto suceda, será portada en Nature y/o Science como lo fue la secuenciación del genoma humano.


jueves, 14 de julio de 2011

Más allá del Community manager: 9 nuevas profesiones para el individuo conectado

Después de unos días de mucha escritura y poca lectura descubro  este interesante estudio del Institute for the Future (IFTF)Future Work Skills 2020, descargable en PDF y que realiza una interesante prospección acerca de los cambios en las competencias necesarias para los puestos de trabajo del futuro.

Coincide con una propuesta de Jesús Martínez acerca de los puestos de trabajo de futuro en el sector del conocimiento, el trabajo colaborativo, etc. que empieza a encontrar respuesta en el ejercicio que iniciamos… No está mal, tal y como están las cosas, abrir, más allá de un Community manager que está empezando a  dedicarse a múltiples y diversas tareas, futuros filones de ocupación.
Tomo de la traducción de Andrés Schuschny que los elementos que cambian, que determinan las nuevas habilidades, competencias y, añadimos, profesiones, son:
  1. La longevidad extrema: El aumento de la esperanza de vida a nivel global cambiará la naturaleza de lo que es una carrera en el mundo laboral y las formas de emprender cualquier iniciativa vinculada con el aprendizaje (a este respecto, en el último párrafo describo una nueva profesión, el Experto en Aprendizaje)
  2. La aparición de las máquinas y sistemas inteligentes: La automatización en el lugar de trabajo hará que “los trabajadores humanos” dejen de realizar tareas rutinarias y repetitivas.  (recordar la importancia de formar las capacidades ligadas al hemisferio derecho de nuestros cerebros, así como la idea de que “ahora que tenemos todas las respuestas falta que formulemos las preguntas adecuadas, que tomemos decisiones sobre los caminos a tomar)article-the-new-workplace-and-the-skills-needed-for-2020-chart
  3. La consolidación de un mundo computacional: La cada vez más creciente presencia de sensores y el poder ilimitado del procesamiento transformarán al mundo en un sistema programable (la profesión de analista de datos será la que trabajará este aspecto)
  4. La nueva ecología de los medios de comunicación: Que requiere de nuevas alfabetizaciones comunicacionales que van más allá del mero texto. (la profesión de experto en comunicación y psicología social será importante a este respecto)
  5. La presencia de organizaciones superestructuradas. Las tecnologías sociales movilizarán nuevas formas de producción y creación de valor.
  6. Un mundo globalmente conectado. (la más importante y disruptiva, la que cambiará con más fuerza lo que conocemos, especialmente en cuanto a la emergencia de un nuevo individuo, el individuo conectado, que estudiar y formar, como veremos)
Las nuevas habilidades o competencias necesarias serán, como podemos ver en el gráfico:
  1. Dar sentido.
  2. Inteligencia social.
  3. Pensamiento adaptativo y novel: Es la habilidad de pensar y encontrar soluciones y respuestas más allá de lo que la memoria dicta o basándose en reglas. (lo hemos llamado anteriormente intuición, flexibilidad, observación y cambio, beta permanente, etc.)
  4. Competencias transculturales (es necesario recuperar la función del antropólogo en los medios sociales)
  5. Pensamiento computacional. (también relacionado con la intuición, flexibilidad, observación y cambio, beta permanente)
  6. Alfabetización en “nuevos” medios (en cuanto a formato pero sobre todo en cuanto a su carácter interactivo, social, que los acerca a las tradicionales ciencias sociales)
  7. Transdisciplinariedad (nos acercamos, creo, a perfiles profesionales más amplios que nunca antes. La importancia reside en el proyecto concreto de estudio, que siempre requerirá, además, de un equipo multidisciplinar enredado)
  8. Mentalidad orientada al diseño (Design Mindset)
  9. Gestión de la carga cognitiva: Entendida como la capacidad de discriminar y filtrar la información por orden de importancia, y para entender cómo aprovechar al máximo el funcionamiento cognitivo mediante una variedad de herramientas y técnicas. (Desde el documentalista al “curador” de contenidos a los expertos en productividad)
  10. Colaboración virtual.

A pesar de ser consciente de que investigaciones recientes en usabilidad observan que en las pantallas leemos en F y de que muchos no llegaréis ya a este punto de la entrada Sonrisa,  desarrollo a partir de aquí una prospección de las profesiones de futuro, que también tendrán que ver con algunas de estas habilidades o competencias pero que creo que, por su importancia, tendrán entidad como profesiones en sí mismas.
Se trata de extender el trabajo del Institute for the Future y aventurar una primera aproximación al tema. Estas podrían ser, más allá del Community manager, las nuevas profesiones para la sociedad aumentada, para la nueva hipersociedad :

 1-Analista de datos, relacionada con la visualización, las posibilidades crecientes para el estudio social pero también para otras muchas disciplinas de lo que también se denomina “Datamining” y que trata de la nueva abundancia de datos para monitorizar, describir, estudiar y predecir que genera un mundo conectado.

2-Psico-comunicólogo social, del ser humano conectado, en constantes procesos de comunicación, experto en persuasión e influencia y conocedor de las diferencias psicológicas entre el individuo social y el nuevo individuo conectado. Llevo un tiempo pensando que en un contexto de medios sociales, de auto-comunicación de masas, como nos decía Castells, de individuos conectados convertidos en medios, la comunicación se hace indistinguible de la psicología social, haciendo necesario el surgimiento de una disciplina híbrida entre ambas.
El perfil es similar al que entendemos por Community Manager pero mucho más ligado a los procesos de participación y menos a las características concretas de cada marca de red social virtual. También resulta, obviamente, parte fundamental de la tarea del community, de forma que, según me consta, algunos programas universitarios en comunicación ya están dando algún espacio a este aspecto.

3-Prospector de negocio, Innovador, capaz de crear nuevos modelos de negocio, nuevas oportunidades. Tiene que ver con la observación y la flexibilidad y está en íntima relación con el analista de datos, ejecutando, poniendo en práctica las ideas que derivan de la observación objetiva del primero de la riqueza de indicios, indicadores, tendencias, etc. en la web.

4-Innovador – Emprendedor social:  Similar pero vinculado al activismo, ligado a lareestructuración o reinvención de esta nueva sociedad de individuos conectados, en la que no solo aumentan las posibilidades de conocer lo que somos sino también de proyectar lo que queremos llegar a ser.

5-Antropólogo intercultural, del ser humano conectado: Cuando los negocios están cada vez más globalizados, el análisis cultural es importante y puede significar el éxito o fracaso de cualquier mensaje en los social media. La antropología, para el individuo conectado con las más diversas culturas, sigue siendo fundamental.

6-Curador de contenidos, del que hemos hablado ya mucho aquí en anteriores ocasiones.

7-Organizador de la inteligencia colectiva, muy parecido al psicocomunicólogo social pero orientada a resultados, a la obtención de productos de conocimiento útiles para la organización. También el profesor tradicional debería incluir en su actividad, como hemos visto en otras ocasiones, este importante aspecto. En todas las profesiones creativas, creo, es necesario dejar de ver internet como el enemigo y empezar a explotar las posibilidades de la inteligencia y la creatividad colectivas.

8. Experto en aprendizaje
Para la educación, como hemos dicho en otras ocasiones, el aprendizaje, el estudio de los procesos cognitivos y motivacionales ligados al mismo, se convierten en centrales. Cuando es posible monitorizar y aplicar analíticas, programar feedbacks al aprendizaje online, haciendo mucho más potente el aprendizaje autónomo, cuando la longevidad nos lleva a pensar en aprendizaje para toda la vida y lo importante es saber solucionar la que llamo la brecha de aprendizaje, la ausencia de ganas de aprender en cada etapa vital, el estudio de los procesos tanto de la motivación como de la adquisición de nuevos conocimientos a nivel científico, desde la psicología experimental o la neurobiología se hacen fundamentales.
Son muchos los nuevos datos que podremos analizar y por tanto es mucho lo que podremos aprender de cómo aprendemos y/o nos motivamos hacia el aprendizaje los seres humanos. Todo ello sin olvidar los factores sociales y culturales, también, del aprendizaje, que pueden ser medidos, como veíamos, también con mayor precisión.
La profesión de educador, de profesor, de gestor de la formación, se vincula con más fuerza al estudio de cómo se adquiere y transmite el conocimiento, necesita de la ciencia en mucha mayor medida que nunca antes. El experto en aprendizaje, su base científica y su especial vinculación con la psicología experimental y cognitiva, resultan imprescindibles.

9. Experto en participación
Es importante en momentos de cambio como los que vivimos y como también hemos dicho en muchas ocasiones, educar una participación que no en todas las generaciones ni con la calidad deseada se produce de forma espontánea. Lo vimos al hablar del 15M: lo que vivimos es una eclosión de las posibilidades de participación en la web que los jóvenes y no algunos políticos, conocen, desean y reivindican. En un futuro de democracia 2.0, realmente participativa, de gestión política y no solo campañas de conversación en las redes sociales, la brecha de participación sería realmente grave.
Al final, cuantas más son las posibilidades que nos abre la sociedad red, cuanto mayor es la promesa de hacernos, como sociedad y como individuos, más grandes, más grave se hace la posibilidad de quedar excluido. El experto en partipación será maestro en mostrar las posibilidades de formación, subsistencia, crecimiento personal, cambio social, empoderamiento en general que una apropiación adecuada de la web es capaz de proporcionar a cada perfil de población, solucionando así una brecha de apropiación (no uso la web porque no cubre ninguna de mis necesidades actuales) que tiene mucho de desconocimiento.
Fuente: dreig.eu

sábado, 9 de julio de 2011

De utopías a evidencias: confiados, conectados, implicados en unas redes cada vez más sociables

Encontraba hace poco un fragmento de Thompson (Los media y la modernidad: una teoría de los medios de comunicación, publicado en español en 2003) que me sirve de contexto perfecto a la idea de este post:

La aparición de múltiples canales de flujo de comunicación e información ha contribuido de manera significativa a la complejidad e imprevisibilidad de un mundo ya excepcionalmente complejo. Al crear una variedad de formas de acción a distancia, permitiendo a los individuos actuar para otros no presenciales y permitiendo a otros responder de manera incontrolable a acciones y acontecimientos que tienen lugar en lugares lejanos, el desarrollo de los media ha dado lugar a nuevos tipos de interconectividad e indeterminación en el mundo moderno, fenómeno cuyas características aún distamos mucho de comprender”

Lo estamos viendo en las diversas manifestaciones sociales del 15M y lo vivimos, si somos habituales de este medio, a diario, vivimos en una sociedad de relaciones, matices sociales, cooperación y demás términos asociados a lo social, aumentados gracias a las tecnologías, a la interconectividad.

Las redes son redes sociables, la sociedad se convierte en hipersociedad y justo estamos al principio de algo que va a cambiarnos mucho y que está, en gran medida, por conocer.

En cuanto al eterno dilema de las redes sociales, ¿nos aislan o aportan beneficios?  Resulta curioso que incluso teóricas antes optimistas como Turkle vuelvan a sospechar de las redes sociales en internet…

Por eso es necesario traducir, publicar, divulgar datos como estos recientes de The Pew Research Center’s Internet & American Life Project, que nos hablan de cómo la confianza, la tolerancia, el apoyo social y la implicación social y comunitaria se ven aumentados también gracias a la hiperconectividad social que vivimos. Más apoyo, en definitiva a los argumentos de quienes pensamos que las redes son “sociables” además de sociales.

Las redes sociales y nuestras vidas
Los términos descriptivos hablan por sí solos: el número de personas que usan sitios de redes sociales se ha doblado desde 2008 y su población ha envejecido. Así, datos actuales indican que el 79% de adultos americanos son usuarios ya de internet y prácticamente la mitad (47%) usan al menos un sitio de redes sociales (SNS, SRRSS), el doble que en 2008. El dato muestra el envejecimiento del usuario de redes sociales, de 35 años de media. El 56% son mujeres.

En cuanto a otras características diferenciales entre usuarios de internet y de redes sociales que apoyan la idea de que internet nos hace mejores, tenemos las siguientes:

Los usuarios de Internet son más confiados que otros, los de Facebook todavía más
La pregunta era si la mayoría de la gente era confiable. Usando análisis de regresión para controlar factores demográficos se encontró que el usuario típico de internet es el doble de confiado que el resto. Los usuarios de Facebook resultan ser todavía más confiados, concretamente tres veces más que la gente no conectada a internet.

Los usuarios de Facebook tienen más relaciones profundas
El americano medio tiene de media unos dos contactos (2.16) con quienes tratar temas importantes, algo más que en 2008. Usar Facebook varias veces al día parece aumentar en el 9% la cercanía de los contactos, en comparación con la medición de la misma entre otros usuarios de internet.

Los usuarios de Facebook reciben más apoyo social
Sabido es que la de soporte social, profesional, a veces incluso emocional es una de las funciones de las redes sociales. Así lo confirman los estudios: en una escala de 100 las puntuaciones en este sentido son de 75, 75/100 en soporte emocional (recibiendo consejos, por ejemplo), 76/100 en compañía, (pasando tiempo juntos) y 75/100 en soporte instrumental (ser ayudados si estamos enfermos en cama).

En total los usuarios de internet puntúan 3 puntos más alto en soporte en total, 4 puntos más en soporte instrumental y 6 puntos más en compañía. Los usuarios de FB que lo usan múltiples veces al día tienden a puntuar 5 puntos por encima en soporte emocional, 5 en compañía, que usuarios con similares características demográficas. Para los usuarios de Facebook la ayuda adicional es equivalente a la mitad del soporte total que los americanos perciben recibir como consecuencia de estar casados o cohabitar con alguien.

Los usuarios de Facebook están más implicados políticamente que la mayoría
Datos que sin duda interesarán en pre-campaña, o casi a punto de iniciarse la segunda campaña Obama en los Social Media: el 23% de los usuarios en las elecciones de noviembre de 2010 reportó que había tratado de convencer a los demás del voto hacia ciertos candidatos y un 66% reportó haber ido a votar. Los usuarios de internet en general eran el doble de proclives a haber asistido a algún tipo de encuentro político, el 78% habían intentado convencer a alguien y el 53% había votado.

Comparados con otros usuarios de internet y otras redes sociales los usuarios de Facebook que usan el sitio varias veces al día son dos veces y media más proclives a atender a encuentros políticos y se dedican el 57% a persuadir a los demás sobre su voto. El 43% más declaran que votarán.

Facebook revive relaciones dormidas
Solamente el 7% de los contactos en Facebook son desconocidos, gente que nunca se ha conocido en persona  y solo el 3% son contactos con los que nos hemos encontrado solo una vez. El resto son amigos de amigos que no son relaciones activas sino lazos dormidos que pueden, en algún momento en el tiempo, convertirse en valiosas fuentes de información.

Los sitios de redes sociales se usan cada vez más para mantener contactos sociales cercanos
La cifra de los contactos cercanos offline que se trasladan a las redes sociales virtuales también aumenta, del 29% en 2008 al 40% actual. El dato confirma lo que hemos dicho anteriormente, en muchos otros posts, sobre la vivencia real de la e-conexión.

Los usuarios de MySpace son más proclives a tolerar distintos puntos de vista
Se habla a menudo de homofilia, la tendencia, derivada del sesgo de confirmación, a unirnos en redes sociales a gente que previamente piensa o percibimos similar a nosotros mismos. El estudio mide la toma de perspectiva, la habilidad de considerar distintos puntos de vista. No existe evidencia de que los usuarios de redes sociales sean más proclives a ello.

Por el contrario, un análisis más profundo lleva a la conclusión de que los usuarios de Myspace registran niveles ligeramente más altos en toma de perspectiva que la población general.
En este último caso estaríamos hablando de tolerancia y aunque los firmantes del estudio interpretan en positivo el dato, considero que deberíamos tratar de mejorarlo.

En fin… keep enjoying, conectando de verdad y mirando arriba, a los lados y no solo por encima del hombro y atrás.

Dolors Reig (dreig) (Monday, June 20th, 2011)

Fuente: www.dreig.eu

Compartimos de forma exponencial en Facebook, según la ley de Zuckerberg

En plena disputa entre titanes por recuperar el dominio del grafo social (ayer estaba disponible una extensión de Chrome que exportaba contactos de Facebook a Google +, pronto Facebook la vetaba,recordándonos que nuestra red allí y por tanto la relación de nuestros amigos/as, no nos pertenece), Zuckerberg presentaba, acompañando su “gran lanzamiento”, la unión con Skype que permitirá integrar la video llamada al chat de la red social,  nuevos datos sobre el crecimiento de la popular aplicación.

A día de hoy, los usuarios están compartiendo alrededor de 4 billones (updates, imágenes, video, etc.) de cosas al día y el comportamiento de compartir en redes sociales parece estar siguiendo una ley de crecimiento exponencial.

Así, de acuerdo con datos de Facebook, la cantidad de cosas que compartimos hoy es el doble que lo que compartíamos hace un año y las cosas que compartiremos en un año serán el doble de las que compartimos hoy. Podríamos resumirla como Y = C *2^X donde X es el tiempo, Y es lo que compartiremos y C es una constante.
Se trata de datos que dibujan un escenario aparentemente imposible, que Zuckerberg ejemplificaba con un pedazo de papel doblado 50 veces. Aunque la mayoría de nosotros juzgaría en unos pocos metros su tamaño desdoblado, la medida es la que resultaría de ir y volver de la luna 10 veces…

Puede parecer un escenario absurdo pero es posible que la mayor automatización del comportamiento de compartir  lo permita y que, añado, tengamos que inventar nuevas medidas y conceptos para tiempos y realidades que desbordan en mucho lo que conocemos hasta ahora.

Nota: Sobre la extensión vetada, data de noviembre de 2010 y no fue desarrollada con la idea funcionar en Google+ pero estaba en más de 17.000 usuarios desde su lanzamiento, por lo que Facebook se ha puesto a trabajar para no permitirlo, eliminando, por ejemplo, los correos de nuestros amigos en nuestro perfil.

No es el tema de este post pero visto el crecimiento de Facebook y que Google parece estar funcionando de manera mucho más generosa, posibilitando extraer información de los contactos con herramientas como Google Takeout, creo que deberíamos empezar a recordar y exigir losDerechos de los usuarios de la web social. O a explorar Google Circles, que parece dispuesta a respetarlos…


Pensados por Joseph Smarr, Marc Canter, Robert Scoble y Michael Arrington en Septiembre del 2007, os dejo el precoz manifiesto, que parece que sigue estando de absoluta actualidad:

Propiedad de la propia información:
de nuestros perfiles.
de nuestra lista de contactos.
de los contenidos que creamos.

Control de si la información puede ser compartida y de en qué condiciones.

Libertad para permitir acceso permanente a nuestros datos por parte de sitios externos.

Los sitios que respeten estos derechos deberán:

Permitir a sus usuarios sindicar los datos de su perfil, su lista de contactos y los datos que comparten mediante el propio servicio, usando una URL permanente, APIs y formatos de Open data.
Permitir a sus usuarios sindicar sus propios flujos de actividad desde fuera del sitio.
Permitir a sus usuarios enlazar desde sus perfiles a identificadores externos y de forma pública.
Permitir a sus usuarios descubrir qué contactos están también en el sitio, usando los mismos identificadores externos hechos compatibles para la búsqueda desde dentro del propio sitio.

Dolors Reig (dreig)  (Thursday, July 7th, 2011)


Fuente: www.dreig.eu

lunes, 4 de julio de 2011

Sharismo: la esencia de la web 2.0

Es una de las preguntas que acecha a muchos desde el éxito rotundo, primero del P2P, después de la web 2.0….
¿Porqué compartimos? ¿Hemos querido hacerlo siempre? ¿Porqué lo hacemos ahora? ¿Qué ganamos con ello?

Y relacionado con todo ello ¿Cómo fomentar la interiorización de esta actitud, imprescindible para la participación en cualquier comunidad?
En cuanto a los bloggers, a pesar de haber recibido críticas ilustradas o comentarios de trolls ocasionales, muchos seguimos pasando nuestras horas escribiendo materiales, motivándonos en mayor medida cuanto más nos acercamos a las necesidades de quienes nos leen, cuanto más….Compartimos.
Responde a estas preguntas el reciente texto de Isaac Mao,  traducido por Emilio Quintana.
Y no es que sea una idea nueva. Hereda ideas del Conectivismo en aprendizaje, de laIntercreatividad (Berners-Lee), la  Inteligencia colectiva (Lévy), las Multitudes Inteligentes (Rheingold), la Sabiduría de las Multitudes (Surowiecki) o la Arquitectura de la Participación (O’Reilly).
De hecho, el sentido común nos dice que somos animales sociales en base a que siempre tenemos algo que consideramos único y que merece la pena en la medida en que es compartido.
Lo que sí es nuevo o más elaborado es su vinculación a la crítica social. Se propone como ideología alternativa a capitalismo, comunismo, socialismo, etc…, como ideario político que propone soluciones de mejora en la línea de la filosofía open-source que nos libere de años de control social, de restricciones a la libertad de las ideas, a nuestra tendencia natural a aprender con y de los demás.
También desde las teorías del aprendizaje colaborativo u organizacional, desde las actuales teorías del Knowledge Management se reconoce la colaboración como la herramienta más potente entre las disponibles para aprender.
Me ha gustado, leyendo acerca del tema, especialmente, el siguiente gráfico, que creo que ilustra a la perfección la idea de Mao:
(Holsapple (ed) Handbook on Knowledge management. Springer 2003, pag. 316)
El gráfico ilustra la teoría de Rick Dove: La inteligencia individual es asimilable a una neurona. La inteligencia grupal, que desafía cualquier intento de localización, captura o  aislamiento,  distribuida y fluida como nuestro propio cerebro.
¿Recordáis los fractales? Los gráficos creados a imagen y semejanza de la naturaleza repitiendo patrones desde lo microscópico a lo universal? Podrían ser también metáfora de la nueva era.
Os dejo algunas de las ideas del “Sharism” o Sharismo, esta nueva doctrina:
“Con la Gente de la World Wide Web comunicando de forma más total y libre en la nueva red (“social media”), a la vez que congregándose en un boom de contenido 2.0, se hace necesario estudiar más de cerca la dinámica interna de una explosión tan creativa. ¿Qué es lo que motiva a los que participan en este movimiento y qué futuro quieren crear?
Hay un hecho clave: los que comparten están acumulando capital social y una superabundancia de respeto por parte de la comunidad. El factor clave que motiva la nueva red, y el núcleo espiritual de la Web 2.0, reside en un cambio en la forma de pensar que llamamos sharismo.
El sharismo propone una reorientación de los valores personales. Lo vemos en el Contenido Generado por el Usuario. Es la promesa de Creative Commons. Está en los planes de las iniciativas culturales orientadas al futuro. El sharismo es también una práctica mental que cualquiera puede probar, una actitud socio-psicológica que busca transformar un mundo amplio y aislado en un Cerebro Social super-inteligente.”
LA DOCTRINA NEURONA: El sharismo está codificado en el genoma humano. Aunque eclipsado por los muchos pragmatismos de la vida diaria, la teoría del sharismo funda sus bases en la neurociencia y su estudio del modelo de funcionamiento del cerebro humano.
A pesar de que no sabemos completamente cómo funciona el cerebro en su conjunto, tenemos un modelo del mecanismo funcional del sistema nervioso y sus neuronas. Una neurona no es una simple célula orgánica, sino un procesador biológico eléctricamente excitable y muy poderoso. Grupos de neuronas forman redes ampliamente interconectadas que, mediante el cambio en la fortaleza de las sinapsis entre células, son capaces de procesar información, y aprender. Una neurona, al compartir señales químicas con las que la rodean, es capaz de integrarse en redes más significativas que la mantienen activa y viva. Además, esta lógica tan simple  se repite y amplificada, ya que todas las neuronas funcionan básicamente según este principio de conectar y compartir.
Por su propia naturaleza el cerebro es algo abierto. Una red neuronal existe con la finalidad de compartir actividad e información, y yo creo que este modelo cerebral debería inspirarnos ideas y decisiones sobre las redes de colaboración humanas.
Es decir, nuestro cerebro fomenta la idea de compartir por su propia naturaleza. Esto tiene profundas implicaciones sobre el proceso creativo. Allí donde exista una intención de crear, será más fácil generar ideas más creativas si se tiene en cuenta  de forma rigurosa el proceso de intercambio (“sharing process”). El proceso de formación de ideas no es lineal, sino que se parece a una avalancha de amplificaciones sucesivas a lo largo de la senda del pensamiento (“thinking path”). Se mueve como una especie de bola de nieve creativa. Si tu sistema cognitivo interno fomenta el compartir, es posible gestionar una retroalimentación continua de felicidad (“feedback loop of happiness”), que a cambio te ayudará a generar más ideas todavía.”
Una cultura que no comparte (“non-sharing culture”) nos engaña con su absoluta separación de Espacio Privado y Espacio Público. Hace de la acción creativa una elección binaria entre lo público y lo privado, lo abierto y lo cerrado. Esto abre una brecha en el espectro del conocimiento. Aunque esta brecha tiene el potencial de convertirse en un espacio creativo valioso, la inquietud por la privacidad hace que esta brecha sea difícil de cerrar. No debería sorprendernos que, para sentirse seguros, la mayoría de la gente mantenga lo que podría compartir como privado y adopte una actitud “cerrada”. Tienen miedo de que Internet genere una capacidad de abuso contra la que no puedan luchar solos.
Sin embargo, la paradoja es esta: Cuanto menos compartes, menos poder tienes.
“La rápida emergencia de las aplicaciones sociales que permiten comunicar y cooperar, dejando que la gente pueda intercambiar contenido de un servicio a otro, está dando la posibilidad a los usuarios de introducir sus memes en un ecosistema interconectado. Esta interconectividad permite que los memes viajen a través de múltiples redes online, pudiendo alcanzar una amplia audiencia. Como resultado, un sistema de microconexiones de este tipo está haciendo de las plataformas sociales una auténtica alternativa a los medios de comunicación tradicionales. Estas nuevas tecnologías están haciendo revivir el sharismo en nuestra cultura cerrada.”
“Cuanta más gente creativa participe en el espíritu del sharismo, más fácil será lograr unos medios de comunicación 2.0 bien equilibrados y equitativos hechos por la gente misma a su medida. Los medios de comunicación no serán controlados por ninguna persona concreta sino que residirán en la propia distribución de la red social. Los “shareros” (Héroes del sharism) se convertirán de forma natural en los líderes de opinión de la nueva red. Los derechos sobre los medios de comunicación pertenecerán a todos. Tú mismo puedes ser productor y consumidor en un sistema de este tipo.”
“El sharismo es el Espíritu de la Era de la Web 2.0. Tiene la consistencia de una epistemología naturalizada y de una axiología modernizada, pero también conlleva la promesa de una nueva filosofía en Internet. El sharismo pretende transformar el mundo en un Cerebro Social emergente: un híbrido interconectado de gente y software. Somos Neuronas en Red conectadas entre sí por las sinapsis del software social.”
“La democracia emergente solo se hará realidad cuando el sharismo se convierta en una competencia básica (“literacy”) de la mayoría, el tipo de competencia que Howard Rheingold describe en su libro [1]. Puesto que el sharismo puede mejorar la comunicación, la colaboración y la comprensión mutua, creo que tiene también un lugar en el sistema educativo.
El sharismo puede ser implementado en cualquier discurso cultural, CoP (comunidad de práctica) o contexto de resolución de conflictos. Es también un antídoto contra la depresión social, ya que no compartir supone un lastre que arrastra hacia abajo nuestra sociedad. En los países totalitarios de antes y de ahora, este ciclo descendente es aún más evidente.
El mundo futuro será un híbrido de humano y máquina que generará mejores y más rápidas decisiones en cualquier momento, en cualquier parte. El flujo de información entre mentes se hará más flexible y más productivo. Estas amplias redes colaborativas dedicadas a compartir darán lugar a un nuevo orden social – una Revolución de la Mente.”
[1] Howard Rheingold : http://en.wikipedia.org/wiki/Howard_Rheingold
Y para finalizar, una presentación que ilustra muy bien la idea: